Consejo Regional

Vimos que los jóvenes tenían tendencia a conducirse según los deseos materialistas del mundo, si no estaban bien educados, y si sus corazones no se llenaban de deseo de piedad y de adoración desde una edad temprana, antes de que fueran poseídos por el deseo de los vicios. No alcanzarán la perfección y no se comprometerán a vivir de acuerdo con los buenos modales, excepto con la gran ayuda de Dios Todopoderoso.

Por lo tanto, y de acuerdo con las recomendaciones de los santos padres, hemos ordenado la apertura de escuelas en ciudades, pueblos y grandes monasterios, y la atención a los recursos para mantenerlas en funcionamiento, de modo que los niños de las ciudades y los pueblos vecinos aprendan las enseñanzas básicas. Esto se apoya en la convicción de que, si es bueno para las personas aprender a una edad temprana, es aún mejor que la Iglesia elija a sus sirvientes de entre aquellos que fueron educados e ilustrados a partir de una edad temprana. De esta manera, serán criados en la casa de Dios y en los monasterios, y se harán mayores sin desviarse del camino que tomaron desde su juventud.

Extracto del Sínodo Regional libanés, 1736, Capítulo 6, Texto 1